Las nuevas tecnologías tienen a veces consecuencias sobre la memoria. Un reciente estudio revela que desde que utilizamos el teléfono móvil, por ejemplo, y que no nos tomamos el tiempo necesario para memorizar los números de teléfono, dejamos de entrenar el cerebro.
¿Cuántos números de teléfono conocemos de memoria?
Para muchas personas, estos se cuentan con los dedos de una sola mano, incluso con uno o dos dedos nada más. El cerebro se está volviendo perezoso. Con los teléfonos móviles, ya no es necesario memorizar los números, puesto que el dispositivo lo hace por nosotros, en gran cantidad, y sin esfuerzo. Una de cada 3 personas no conoce el número de su pareja En total, el 34% de los europeos mayor de 16 años no conoce el número de teléfono de su pareja. Para los mayores, esto supone un riesgo.
Hay que aprender las tablas de multiplicar, conviene hacer esfuerzos de memoria. Esto es muy útil para el funcionamiento del cerebro y de la materia gris. La opinión de los especialistas
No obstante, para los jóvenes, no hay problema. Esto significa que la vida se simplifica, y por tanto es algo normal. Los móviles están hechos para eso, por tanto conviene disfrutar de las funciones que presentan los aparatos, y dejar que el cerebro respire. Los especialistas tampoco se inquietan.
Tomemos el ejemplo de la función GPS, cada vez se utiliza menos el mapa de navegación interior. Se pierden ciertas cosas, pero con Google se tiene acceso a un conocimiento extraordinario, por tanto lo que parece perderse a nivel de la memoria por un lado, se gana por el otro.
Dejar espacio a la reflexión y a la creatividad
Tener menos números y direcciones que aprenderse de memoria deja igualmente más espacio al cerebro para la creatividad y la reflexión, así como para seleccionar otro tipo de información disponible. Cuando la televisión y la radio aparecieron, también provocaron el mismo tipo de reacciones. Los datos disponibles permiten concluir que existe un efecto posible de radiofrecuencias sobre las funciones cognitivas del niño, tales como la memoria, la atención, las capacidades psicomotrices o el lenguaje.
Los expertos también destacan efectos negativos sobre el bienestar. Un estudio holandés realizado con 1656 niños y adolescentes destaca su cansancio, sin duda relacionado con un uso excesivo y nocturno del teléfono móvil. Solo el 38% de los jóvenes interrogados no lo utilizaban después de meterse en la cama.
Un estudio británico realizado con 373 niños de 10 a 13 años revela una asociación entre el uso del kit manos libres y el dolor de cabeza, la sensación de sentirse deprimidos, y de estar despiertos por la noche (ver http://dormir-bien-ya.com/movil-afecta-sueno/).
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